La IG Pacharán Navarro será una de las marcas de calidad presentes el próximo lunes, 11 de marzo en el X Salón de los Destilados y el Vermut, una jornada única para los profesionales del sector que tendrán ocasión de conocer los nuevos productos y las marcas ya asentadas en el mercado de 49 expositores distintos.
El Salón estará dividido en la zona de destilados en la que 32 elaboradores y distribuidores presentarán más de 150 productos de diferentes categorías (aguardientes y licores, brandy, ginebra, mezcal, pacharán, ron, tequila, vodka y whisky) y en la que se incluye el Pacharán Navarro; y por otro lado, la ya habitual zona de vermut en la que 17 bodegas presentarán 40 productos.
La IG Pacharán Navarro contará con un stand propio en el que estarán representadas todas las marcas amparadas por esta Certificación de Calidad: Destilería La Navarra, con la Marca Belasco 1850; DZ Licores con la marca Zoco; Hijos de Pablo Esparza, con sus marcas Basarana Etiqueta Negra y Azanza JV 1810; Licores Baines, con Baines Oro; y Licores Usua con Usua Oro.
PACHARÁN NAVARRO
Elaborado tradicionalmente desde 1441, el pacharán navarro es una bebida espirituosa de baja graduación (25-30º), sabor afrutado, aroma intenso y suaves pinceladas de anís. Una bebida que se obtiene con la maceración de las endrinas en anís, consiguiendo una combinación de matices, aromas y contrastes: suave e intenso, dulce y ácido, seco y afrutado; y un producto con una arraigada tradición en nuestra tierra. El Pacharán Navarro se convirtió en Denominación Específica gracias a la iniciativa de las empresas elaboradoras de pacharán ante la existencia y proliferación en el mercado de productoras de granel sin garantías sanitarias. Y ya desde su creación, la Denominación, con la ayuda del entonces Instituto Técnico y de Gestión Agrícola (ITG) y del Gobierno Foral, inició las investigaciones para domesticar la planta Prunus Spinosa un arbusto salvaje del que se obtienen las endrinas o arañones con las que se elabora el pacharán. Hasta entonces las destilerías navarras se veían abocadas a importar desde países de la Europa del Este importantes cantidades de fruto muy heterogéneo en cuanto a sus características y su estado de maduración. Tras un intenso periodo de trabajo en el que hubo que resolver numerosas cuestiones entre ellas, por ejemplo, el sistema de recogida de la endrina, por fin en el año 1997 comenzaron a establecerse las primeras plantaciones de endrinas en Navarra. En la actualidad, la superficie dedicada es de unas 110 hectáreas que abastecen, según los últimos datos de campaña, de unos 341.000 kg de endrinas frescas a las empresas de la IGP para la elaboración de 3.225.000 litros de Pacharán Navarro.
